miércoles, 9 de abril de 2014

No te vayas todavía, Norman


¡Una pasarela! Vade retro

Hoy entrada de urgencia ante la noticia de que Norman Foster va a renunciar a alojar su fundación (que incluiría una exposición permanente de sus proyectos y obras, librería, archivo, cafetería, etc) en el palacete de la madrileña calle de Monte Esquinza que compró recientemente. La operación no iba a costar ni un duro al ayuntamiento, que se mostraba interesado en el proyecto. ¿Cuál ha sido el problema? Pues la negativa de Patrimonio a que Foster hiciera algunas modificaciones en el edificio (de cierta relevancia arquitectónica, aunque en los 70 estuvieron a punto de demolerlo), por ejemplo colocar una pasarela para unir dos alas del palacio. O sea que los madrileños no van a poder disfrutar de este edificio, que quizá acabe convertido en otro zombie arquitectónico (como el palacete, curiosamente del mismo arquitecto, Joaquín Saldaña, que duerme el sueño de los justos en la calle Ortega y Gasset esquina con Castelló). Y es que las pasarelas como todo el mundo sabe son un invento diabólico de Steven Holl, ese arquitecto tan adicto a los fenómenos extraños. A mí mismo, cuando paso al lado de esta pasarela que ves en la foto, que une dos edificios de Renfe cerca de Atocha recientemente restaurados (no entiendo cómo no han eliminado en dicha restauración la maligna excrecencia), se me erizan los cabellos de puro pánico. Y hablando de experiencias paranormales el otro día pasaba por delante del palacete de Monte Esquinza y me pareció incluso oir una psicofonía como la que decían flotaba en el Palacio de Linares (aquella de Raimunda, ¿la quieres escuchar?). Decía lastimeramente: "Please Norman, don´t go, don´t go away. Madrid needs you. Forget about those ass.... [esta palabra no la entendí bien] and think over your decision, please, please....".

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